Un dermatólogo es un médico especialista en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de la piel, el cabello y las uñas.
Formación
La formación de un dermatólogo comienza con una licenciatura en medicina, que generalmente dura seis años. Durante este tiempo, los estudiantes adquieren una base sólida en las ciencias médicas y clínicas, así como en las habilidades prácticas necesarias para la práctica médica.
Después de obtener su grado como médico general, los aspirantes a dermatólogos deben completar (al menos en Venezuela) una residencia en medicina interna antes de poder acceder a la residencia en dermatologia. Este es un período de formación práctica supervisada que dura entre tres a cinco años, dependiendo del país. Durante la residencia, los médicos adquieren experiencia en el diagnóstico y tratamiento de una amplia gama de condiciones de la piel.
Además de la residencia, muchos dermatólogos optan por realizar una subespecialización o fellowship en áreas específicas de la dermatología, como la dermatología pediátrica, la dermatología cosmética o la dermatopatología. Esto implica uno o dos años adicionales de formación práctica y teórica en el área de interés.
Condiciones dermatológicas más comunes
Las condiciones dermatológicas más comunes incluyen el acné, una afección inflamatoria de la piel que causa espinillas y granos, principalmente en la cara, hombros, espalda, cuello, pecho y brazos. La dermatitis atópica (eczema), la dermatitis seborreica y la dermatitis de contacto. La psoriasis, infecciones por hongos, como el pie de atleta y la tiña, el herpes, la rosasea y las verrugas.
El cáncer de piel es uno de los cánceres más comunes y existen varios tipos, incluyendo el carcinoma basocelular, el carcinoma de células escamosas y el melanoma.
Estas enfermedades pueden afectar adultos y niños, y pueden tener similitudes entre sí, motivo por el cual se amerita una gran preparación para poder diagnosticarlas y tratarlas.
Tratamientos y procedimientos dermatológicos
Los tratamientos y los procedimientos dermatológicos varían dependiendo de la condición de la piel que se esté tratando. Algunos de los tratamientos más comunes incluyen la terapia tópica, que implica la aplicación de cremas o lociones en la piel para tratar afecciones como el acné o la psoriasis.
Otro tratamiento común es la terapia sistémica, que implica el uso de medicamentos orales o inyecciones para tratar afecciones de la piel más graves. Estos medicamentos pueden incluir antibióticos, retinoides o inmunosupresores.
Otro procedimiento dermatológico es la biopsia de piel, donde se extrae una pequeña muestra de piel para su examen bajo un microscopio por el anatomopatologo. Este procedimiento puede ayudar a diagnosticar afecciones como el cáncer de piel.
La cirugía dermatológica es otra opción para tratar afecciones de la piel más graves o persistentes. Esto puede incluir la extirpación de tumores cutáneos, la reparación de la piel dañada o la eliminación de verrugas y lunares.
La terapia con láser es un procedimiento dermatológico que utiliza luz concentrada para tratar diversas afecciones de la piel. Puede ser utilizado para eliminar el vello no deseado, reducir la apariencia de cicatrices o tratar afecciones de la piel como la rosácea.
La fototerapia es un tratamiento que utiliza luz ultravioleta para tratar afecciones de la piel como la psoriasis o el vitiligo. Este tratamiento puede realizarse en el consultorio de un dermatólogo o en casa con un dispositivo de fototerapia prescrito.
Finalmente, la dermatología cosmética se centra en mejorar la apariencia de la piel. Esto puede incluir procedimientos como inyecciones de Botox, rellenos dérmicos, peelings químicos y tratamientos con láser para reducir las arrugas, las manchas de la edad y otros signos de envejecimiento.
Especialistas que habitualmente colaboran con los dermatologos
Los dermatólogos suelen trabajar en estrecha colaboración con varios especialistas para proporcionar una atención integral a los pacientes. Entre estos especialistas se encuentran los alergólogos e inmunologos, quienes ayudan a identificar y tratar las reacciones alérgicas de la piel u otras enfermedades con un substrato inmune.
Los oncólogos también son colaboradores frecuentes, especialmente cuando se trata de pacientes con cáncer de piel. Trabajan juntos para desarrollar un plan de tratamiento eficaz y personalizado.
Los cirujanos plásticos a menudo trabajan con dermatólogos en casos que requieren procedimientos quirúrgicos, como la eliminación de lunares o la reparación de daños en la piel. Los reumatólogos pueden colaborar en casos de enfermedades de la piel que también afectan a las articulaciones, como la psoriasis. Los endocrinólogos pueden ser consultados en casos donde las condiciones de la piel están relacionadas con desequilibrios hormonales, como el acné o la hiperpigmentación.
Finalmente, los psicólogos y psiquiatras pueden desempeñar un papel importante en el apoyo a los pacientes que luchan con el impacto emocional de las enfermedades de la piel.
Sociedad Venezolana de Dermatología
